La
desaparición, debida a los más diversos avatares históricos (cambios de gusto,
guerras, desamortizaciones) y el trasiego secular, a la que se ha visto abocado
buena parte del inmenso patrimonio que poseyeron las numerosas ermitas,
iglesias, conventos y hospitales con los que contó Valladolid en siglos
precedentes, unido a una profunda carencia documental, ha hecho que el
conocimiento que
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